Junto con la correa, la hebilla del reloj es la parte que más se desgasta con el uso pues el movimiento de abrir y cerrarla hace que su mecanismo y componentes se dañen con el paso del tiempo.
Cambiar la hebilla no es tan difícil como parece. Es por eso que aquí te contaremos cómo puedes cambiar la hebilla de tu reloj de forma rápida y sencilla. Esto también te ayudará a saber cuándo es momento de llevarlo a mantenimiento o con un experto en relojes.
Primer paso: Identificar el tipo de hebilla
Debes de saber que existen diferentes tipos de hebilla de reloj los cuales se diferencian por su mecanismo. Antes de realizar el cambio debes de identificar el tipo de hebilla; estos son los 3 más utilizados en relojes hoy en día.
- Hebilla convencional: La hebilla convencional o del alfiler es el tipo más utilizado en los relojes hoy en día. Su diseño es muy similar al de la hebilla de un cinturón, pero en miniatura y su uso es muy común en relojes con correa de cuero, plástico, silicona y de tela, nunca en mental.
- Cierre desplegable: Usado principalmente en relojes con correas hechas de metal, de cualquier tipo de aleación, este tipo de hebilla cuenta con un mecanismo en forma de V el cual se despliega cuando se abre y se retrae sobre si mismo cuando la hebilla se cierra.
- Clip de trinquete: Este tipo de hebilla destaca por tener un clip el cual solo debemos de presionar para abrir la hebilla. Su mecanismo es similar al cierre desplegable, aunque su característica está en que el clip de trinque es menos visible, ya que va fusionado con los enlaces del extensible.
Ten en cuenta que no todas las hebillas o mecanismos se pueden reparar en casa debido a su complejidad y diseño. Es por eso que aquí nos centraremos solo en el más sencillo y básico de todos, la hebilla clásica o de alfiler.
Segundo paso: Conoce la anatomía de la hebilla
Una vez que ya sabes cuál es la hebilla que posee tu reloj, el siguiente paso es conocer la anatomía de la misma. En este caso, las hebillas de reloj convencionales poseen 3 partes principales: El palito o alfiler, la hebilla y el pasador.
- Palito o alfiler: El palito o el alfiler es la parte que se introduce en el agujero del otro extremo de la correa. Su función es simple, unir a ambas correas para que así esta se ajuste a la muñeca. El diseño largo hace que el ajuste sea mucho más preciso y ergonómico.
- La hebilla: La hebilla se encarga de darle sustento y fuerza al palito, para evitar que este se salga del agujero. Además, la hebilla sirve para darle sustento al perno, así como se usa para aportar estilo al reloj, ya que aquí se suele añadir el logotipo de la marca.
- Pasador: Por último, tenemos el pasador el cual se encarga de unirlo todo, desde la hebilla hasta el palillo evitando que todo salga volando por allí. El pasador, también llamado perno, es la parte que más se desgasta por lo que es probable que el cambio de hebilla a realizar sea por esta causa.
Tercer paso: Retirar la hebilla vieja
El primer paso para cambiar la hebilla del reloj es retirar la hebilla vieja. Para ello debes de tomar un cuchillo o un destornillador, colocarlo en un extremo del pasador y jalar o tirar hacia adentro para lograr botar el pasador.
Una vez logres desmontar el pasador, sujeta la hebilla y sepárala del reloj, después jala el perno con suavidad para poder retirarlo de su hueco en la correa. Por último, quita el alfiler o la punta y listo, la hebilla vieja ya quedó desmontada de tu reloj.
Recuerda guardar muy bien las piezas si planeas reutilizarlas, ya que algunas veces solo se llega a cambiar el pasador y no todo el mecanismo. Así que cuida muy bien la hebilla y el afile colocándolos en algún recipiente donde estos no salgan rodando y terminen en el suelo.
Cuarto paso: Colocar el alfiler y el pasador
Ahora debes de colocar el alfiler dentro de su hueco o espacio en la correa, asegúrate de empujar el alfiler para que este llegue al tope y así se alinee con el agujero por el cual pasará el pasador o perno.
Una vez bien colocado el alfiler, entonces mete el pasador por un extremo y empújalo con cuidado hasta salir por el otro. Asegúrate que el pasador sujetó al alfiler jalándolo con fuerza para comprobar su estabilidad. Te recomendamos hacer esto con cuidado para no dañar ni el alfiler ni el pasador por hacerlo con exceso de fuerza.
Quinto paso: Colocar la hebilla
El último paso es montar la hebilla, para ello debes de poner uno de los extremos del pasador en uno de los agujeros de la hebilla y presionar. De esta forma, podrás tener un punto de apoyo para el siguiente paso.
Para insertar el otro extremo del pasador toma su punta y presiónala, ya sea con tu dedo o con tu uña y empújalo hacia el agujero de la hebilla. Una vez que lo hayas alineado, entonces quita el dedo para que el pasador se expanda y así este quede sujeto de la hebilla.
Vídeo explicativo de cómo arreglar una hebilla para reloj
En este vídeo se explica como cambiar y arreglarla en relojes:
Comprobar que todo esté en orden
Una vez colocado todo en su lugar, es necesario verificar que todo esté en orden, para ello lo único que debes de hacer es tirar ligeramente de la hebilla y el alfiler para poder comprobar su estabilidad y resistencia.
Colócalo en tu muñeca y comprueba su comodidad, si la hebilla cierra bien o se siente floja, por ejemplo. Si pasa todas las pruebas, ¡felicidades! Lograste cambiar la hebilla de tu reloj y ahora este está listo para poder utilizarse.
Antes de cambiar la hebilla, te recomendamos que prestes atención tanto a su calidad como materiales de fabricación y su compatibilidad con el modelo de tu reloj.